Conociendo al "muy noble y muy hidalgo Sr. don Ramón del Valle-Inclán"... (Scheneider 77).
Esta vez os contaré un cuento
“Éste que veis aquí, de rostro español y quevedesco, de negra guedeja y luenga barba, soy yo: Don Ramón María del Valle-Inclán” (Rodríguez 79). Autobiografía, Alma española
En una pequeña casa de la calle San Mauro, la familia Valle Peña estaba conmovida, había llegado un niño, sí, un niño destinado a ser un genio. El 28 de octubre de 1866, la pequeña ciudad pesquera de Villanueva de Arosa, provincia de Pontevedra en España, ganó un novelista, poeta, cuentista, autor dramático, periodista y ensayista.
Su familia, de procedencia hidalga, poco a poco fue perdiendo su fortuna, lo cual lo obligó a llevar una vida un tanto modesta pero sin privarse de una buena educación. Entró al Bachillerato en 1877 pero siendo un muchacho rebelde no entraba a sus clases con mucha motivación; así pasó el tiempo hasta que para su alivio terminó sus estudios en 1885 a los 19 años ("Valle-Inclán").
La preciada libertad no le duró mucho ya que en 1866 su padre lo obligó a cursar Derecho en la Universidad de Compostela. La carrera no lo motivaba en lo absoluto, por lo tanto prefería pasar su tiempo tomando un buen cafecito y entablando amistad con los que en un futuro serían grandes figuras de la sociedad gallega ("Valle-Inclán"). Durante su tortuosa vida universitaria, una pequeña llama literaria fue encendiéndose en su interior (una conferencia que impartió Zorrilla fue el cerillo); en 1888 publicó su primer artículo, Babel en la revista Café con gotas y en 1889 vio la luz su primer cuento, A media noche, en la Ilustración Ibérica de Barcelona (Rodríguez 116).
En 1890 su estimado padre falleció, y al no sentirse presionado por nadie el joven Inclán abandonó sus estudios de Derecho y se trasladó por un tiempo a Madrid. En 1892 su pluma sigue muy activa, publica en El Diario de Pontevedra fragmentos de la novela El gran obstáculo. Su espíritu aventurero lo llevó a embarcarse hacia el exótico México en donde se quedó desde marzo de 1892 hasta principios de 1893. “Allí se dedicó a malvivir de la prensa, a través de colaboraciones periodísticas de desigual valor que, no obstante, le permitieron ejercitar su estilo. Allí se nutrió de las nuevas corrientes estéticas, asentadas en Hispanoamérica a partir de la publicación de Azul (1888), de Rubén Darío. Y allí, como prueba palpable de una personalidad literaria que empezaba a definirse, firmó por primera vez sus escritos con el nombre de Ramón del Valle-Inclán”, nombre que adoptó de su antepasado Francisco del Valle-Inclán (14). Durante su estancia en México publicó Bajo los trópicos, la que sería la base para la posterior Sonata de estío. Regresó un más formado Ramón a Pontevedra, pero antes viajó a Cuba y París. En 1895 se atrevió a publicar su primer libro, Femeninas, aunque sin mucho éxito ya que se vendieron pocos ejemplares. Decidió que estaría mejor en Madrid, y en 1896 se dedicó a las tertulias bohemias propias de los artistas de su tiempo como Azorín, Benavente o los hermanos Baroja.
“Entre 1898 y 1899 se puso de manifiesto la atracción del escritor por el teatro, que se hace patente, en un principio, con su participación como actor en un par de estrenos teatrales, como La comida de fieras, comedia de Benavente. Así mismo prosiguieron sus contactos con el mundillo artístico de la capital, y fue en esos momentos cuando tuvo lugar el incidente con el escritor Manuel Bueno, una pelea trivial que tuvo consecuencias dramáticas para Valle-Inclán puesto que perdió su brazo izquierdo” (16).
Colaboró en varias publicaciones como, La ilustración Española e Hispanoamericana y La España Moderna entre otras. Su Autobiografía se publicó en diciembre de 1903 en Alma Española. Antes, en 1902, publicó la primera de sus Sonatas: Sonata de otoño en Los Lunes de El Imparcial; ahí se gesta su gran personaje, el Marqués de Bradomín, que también será manco. Frecuentó el Nuevo Café de Levante donde se juntaba con la crema y nata de la sociedad intelectual de Madrid. Tradujo obras del portugués de Eça de Queirós ("Valle-Inclán"). Sonata de estío (1903), Sonata de primavera (1904), Sonata de invierno (1905).
En la puesta en escena de su obra El marqués de Bradomín, conoció a la que fuera su esposa, la actriz Josefina Blanco, con quien se casó en 1907 en la iglesia de San Sebastián en Madrid. Tuvieron seis hijos: María de la Concepción, Joaquín María (falleció), Carlos Luis, María Encarnación, Jaime y María Antonia.
En 1910 viajó por Argentina, Paraguay, Uruguay y Bolivia. Su ideología carlista lo llevó a presentarse en 1911 como candidato a diputado por el Partido Carlista pero no tuvo éxito. Al estallar la Primera Guerra Mundial en 1914, Valle-Inclán se apegó más al marxismo, y se decidió por el bando de los Aliados, distanciándose de sus correligionarios carlistas que apoyaban a Alemania.
En 1920 publicó El pasajero, Farsa y licencia de la reina castiza y La enamorada del rey. Junto con estas publicaciones nace oficialmente una nueva estética: el Esperpento, con la aparición de Luces de Bohemia en la revista España."El esperpento, además de ser un nuevo género dramático, es una perspectiva artística con retórica propia: la deformación grotesca y sistemática de la realidad”; son cuatro sus “Esperpentos” (Rodríguez 47). A finales del s. XIX y principios del XX se extiende por Europa una corriente de esperpentismo.
Influencia en los movimientos vanguardistas, sobre todo en el expresionista. Se conecta con el "teatro del grottesco" italiano.
En 1921 realizó su segundo viaje a tierras mexicanas donde se inspiró para su futura novela (1926) Tirano Banderas y tomando en cuenta también la dictadura de Primo de Rivera. En 1924 comenzó a participar en movimientos en contra de la dictadura. En 1926 publicó la que dicen fue su mejor novela: Tirano Banderas (se nota el cierre del ciclo esperéntico).
Regresó a su querida España, que lo vio morir. “El 4 de enero de 1936 se agravó su estado de salud. Se negó a recibir ayuda religiosa. Al día siguiente, a las dos de la tarde falleció. El 14 de febrero se le rindió homenaje póstumo en el teatro de la Zarzuela” (120). Con ocasión del primer centenario de su nacimiento, en 1966 le dedicaron números especiales en varias publicaciones: Ínsula, Cuadernos Hispanoamericanos, La Torre, Revista de Occidente...Posteriormente también le dedicó un número especial la revista Camp de l'Arpa (1982).
Obras consultadas y citadas:
"Ramón María del Valle-Inclán". Diccionario de literatura española e hispanoamericana. Ed. Ricardo Gullón. Pról. Fernando Lázaro Carreter. Vol.2. Madrid: Alianza diccionarios, 1993. 1675-78. Impreso.
"Ramón María del Valle-Inclán". Manual de literatura española VIII. Generación de fin de siglo: Introducción, líricos y dramaturgos. Eds. Felipe B. Pedraza, Milagros Rodríguez. Vol.8. 2a edición. Pamplona: Cénlit Ediciones, 2001. 603-763. Impreso.
Rodríguez, Juan, coord. Semblanzas. Ramón María del Valle-Inclán: Taller de Investigaciones Valleinclanianas. Madrid: Eneida, 2000.Impreso.
Schneider, Luis Mario. Todo Valle-Inclán en México. México: UNAM, 1992. Impreso. Smith, Verity. Ramón del Valle-Inclán. Ed. Gerald Wade. Nueva York: Twayne Publishers. 148. Impreso. Twayne's world authors series. A Survey of the World's Literature.
“Valle-Inclán”. Wikipedia. En red.